miércoles, 25 de febrero de 2009

MaLTRaTo iNFaNTiL

Me gustaría que comentarais vuestra opinión sobre el caso que voy a poner a continuación.
Trata sobre la violencia familiar, pero sobretodo sobre el maltrato infantil.
Salen distintos tipos de violencia familiar,como por ejemplo: la violencia domestica, maltrato prenatal, negligencia, abuso sexual intrafamiliar y extrafamiliar.

Es un caso bastante "heavy" pero desgraciadamente no es un caso aislado, si no que seguramente como estos hay miles.

En esta situación es necesaria la intervención de todos los profesionales: pedagogos, psicologos, trabajadores sociales, etc.

Aquí os dejo el caso, espero vuestras opiniones o comentarios que queráis hacer sobre el tema:


Ana se casó a los 17 años. Su marido, durante el tiempo que convivió con la familia,
la maltrataba físicamente tanto a ella como a sus cinco hijos, hasta el punto en
que una de las palizas que dio a Ana durante el primer embarazo hizo que abortara.
Su hija Loli estuvo internada desde los seis años en un centro de protección de
menores. Desde pequeña había acumulado muchas carencias educativas y afectivas.
Una entidad convenció a Ana de que Loli estaría mejor en un centro, puesto
que se encontraba en una situación de alto riesgo a causa de la esquizofrenia de
su padre (éste había intentado matarla). Sus cuatro hermanos siguieron viviendo
con su madre. El padre, al cabo de pocos años, se fue a vivir con su propia madre.
Hacía años que los servicios sociales habían detectado una situación de negligencia
en el cuidado de todos los hijos. Éstos presentaban retraso y absentismo
escolar, higiene insuficiente y abandono. Desde que Loli tenía nueve años la
madre vivía con sus tres hijos pequeños y con su hermano Luis. Éste presentaba
un cierto retraso mental y abusaba del alcohol. Ana ejercía un papel de cuidadora
de Luis y a su vez delegaba el cuidado de sus hijos en él, aún a sabiendas de
que no estaba capacitado para ello.

Cuando tenía trece años, Loli dijo al equipo de protección infantil que su tío y sus
hermanos, Ángel, Luís y Francisco, la tocaban y la molestaban cuando iba a casa
los fines de semana, y que su madre lo sabía. El tío la encerraba en una habitación
cuando Ana no estaba, hacía que la niña se desnudara, la acariciaba y se
masturbaba encima de ella. Loli al volver al centro después del fin de semana presentaba
enuresis durante algunos días. Tenía un sentimiento de ambivalencia
hacia su familia: quería y temía, a la vez, volver a vivir con ellos. El tío Luís también
abusaba sexualmente de Francisco, hermano pequeño de Loli.
El centro residencial y la psicóloga que la atendían dijeron que hacía tiempo que
les venía hablando de relaciones abusivas, pero no la creyeron. El centro tenía a
Loli por una persona “mentirosa y fantasiosa (sobre todo en lo relacionado con lo
sexual), que cometía pequeños robos, con conductas depresivas, que presentaba
bloqueo y tenía un bajo rendimiento escolar y que no estaba bien aceptada por
sus compañeras de centro”. Señalaban, además, que les “extrañaba que sus sentimientos
hacia la posibilidad de volver a casa fueran ambivalentes, pues la madre
había mejorado mucho y, puesto que tarde o temprano volvería con su madre, era
mejor que ya regresara con ella”.
María, la hermana mayor de Loli, se marchó de casa antes de ser mayor de edad,
tenía tres hijos de tres parejas diferentes y se dedicaba a la prostitución. María
prefería que Loli permaneciera en el centro hasta que fuera mayor de edad. Sin
embargo, Ana quería que Loli regresara a casa, ya que para ella “los problemas de
la niña se debían a que estaba en el centro, pues en la familia no los tendría”, si
bien no colaboraba en la evaluación que realizaba el equipo de protección infantil.
El padre de Ana y su hermano mayor Antonio, abusaron sexualmente de ella durante
su infancia. Por su parte, el marido abusó sexualmente de todos sus hijos. Luis,
un hermano de María y de Loli, abusaba de ellas en casa y después mantuvo
estas conductas sexuales con los hijos de María, a los cuales cuidaba a menudo.
Toda la familia decía que se parecía en muchos aspectos a su tío Luis.
Cuando María era adolescente y todavía vivía en casa dijo que amigos de la familia
la molestaban sexualmente pero, según la madre, “fueron mentiras”. Ana tampoco
reconocía públicamente que Luis estuviera abusando de Loli, sin embargo le decía
que no lo siguiera haciendo. El tío Luis había sido condenado hacía años por haber
abusado de sus propias hijas. Para Ana todos sus hijos eran “unos mentirosos”.
Loli denunció finalmente los abusos que recibía de su tío los fines de semana. Su
madre le dijo que si retiraba la denuncia “no volverían a repetirse los abusos,
todos la cuidarían en casa y la querrían mucho”.

2 comentarios:

  1. Parece increíble, la verdad, pero en el mundo en que vivimos ya cualquier cosa puede ser verdad. Con todos esos antecedentes no entiendo como a esa mujer no le quitaron a todos sus hijos y los llevaron a un centro, ya que seguramente allí estarían mejor cuidados, cómo tampoco entiendo que con lo que explicaba Loli, deberían haber investigado un poco y no haber pasado del tema diciendo que la niña era una mentirosa... Para oir cosas como esta, a veces es mejor no levantarse de la cama.

    Mireia.

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  2. La verdad es que es espeluznante la historia. Lo que es un poco liosa tambien porque por lo que he entendido varios hombres abusaban de niñas y chicas que despues dejaban a sus propios hijos al cuidado de ellos, es decir, al cuidado de sus violadores?? Que dura tiene que ser la vida para llegar a esos extremos...

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